Nuestro día a día está lleno de problemas. Cada vez que resuelven uno, aparece otro. Las presiones de la vida son tan grandes que nos afectan física y mentalmente. No es de extrañar que encuentren personas que están pasando por un estrés y tensión tremendos. ¿Existe alguna manera de lograr una vida sin estrés?

Puede que batallemos financieramente tratando de sobrevivir. Por fin cuando llega el día en que tenemos un aumento de sueldo, nos damos cuenta de que nuestro carro se averió y el dinero extra debemos destinarlo a las reparaciones o pagos de un nuevo carro. Cuando resolvemos ese problema, algún familiar puede enfermarse. Junto a eso, podemos encontrar que tenemos un problema en nuestra relación con un compañero de trabajo. Mientras eso se arregla, el techo de la casa de repente empieza a gotear y necesita reparaciones.

Después de un tiempo empezamos a preguntarnos si habrá una etapa en la vida en la que podamos estar libres de problemas. Puede que pensemos que la desgracia sólo nos marcó a nosotros. Pero si averiguamos entre quienes nos rodean, encontramos que la vida de todo el mundo también está llena de problemas. Parece que estos no tienen fin.

Estrés mental y emocional en la vida moderna

Encontramos que las personas sufren de ansiedad, miedo, depresión y fobias. Los consultorios de psiquiatras, psicólogos y terapeutas están llenos de gente común y corriente incapaces de hacerle frente a los problemas de la vida. Incapaces de lidiar con sus dificultades. Ellos viven con el temor de un desastre económico. Tratan de manejar sus matrimonios y hogares deshechos. Otros tienen ansiedad debido a la soledad que puede llegar con la pérdida de un ser querido. Algunos están tan decepcionados con la vida que no ven ninguna esperanza en el futuro.

Estrés Físico

El estrés y las tensiones no sólo afectan nuestra mente y emociones. La investigación ha mostrado una conexión entre la mente y el cuerpo. Nuestro estado mental puede causar enfermedades relacionadas con el estrés. Los estudios han demostrado que cuando estamos enojados o emocionalmente perturbados, se liberan hormonas en el cuerpo que lo preparan para «pelear o huir». Dado que las normas de nuestra sociedad establecen que tratemos los problemas con calma y racionalidad, tendemos a no «pelear o huir», sino a encarar la situación quedándonos con nuestros sentimientos atascados.

El resultado es que las hormonas actúan sobre nuestro cuerpo físico, ocasionando enfermedades relacionadas con el estrés como digamos, problemas de hipertensión, cardiopatías, desordenes respiratorios, trastornos digestivos, dolores de cabeza, dolor muscular, erupciones cutáneas y otros problemas afines. La solución no es necesariamente dejar salir nuestro enojo en forma de contraataque o huida, porque esas reacciones pueden crear aún más problemas en nuestras relaciones. Necesitamos encontrar una manera razonable para prevenir los efectos mentales, emocionales y físicos que debido al estrés nos están enfermando.

La meditación como estrategia para una vida libre de estrés

La gente recurre a la meditación como una solución para las tensiones emocionales y mentales de la vida. La meditación tiene numerosos beneficios para nuestro bienestar físico y mental. Es segura, eficaz y no cuesta nada. Una vez que aprendemos a meditar, llevamos dentro de nuestro ser un remedio listo para ser usado en cualquier momento y lugar.

El proceso de meditación ayuda en dos niveles. Primero, nos ayuda a lograr relajación física. Segundo, nos pone en un estado en el que permanecemos ensimismados en una experiencia placentera y feliz que nos vuelve ajenos a los problemas del mundo.

A través de la meditación, podemos aprender el arte de la vida que puede ayudarnos a superar las tensiones y el estrés de la vida. Podemos descubrir una manera de encontrar tranquilidad y relajación.